Victoria tiene solo seis meses y ya es símbolo de esperanza: recibió un trasplante de hígado gracias a su mamá Guadalupe, en un procedimiento inédito realizado el 17 de junio en el Hospital Privado de Córdoba. Todo se dio tras un diagnóstico urgente de atresia de vías biliares y la rápida decisión familiar para salvarle la vida.

La historia arrancó en Río Tercero, donde viven sus padres, Guadalupe y Gonzalo. En febrero, tras saber el diagnóstico, comenzó la carrera contra reloj. “Victoria tenía un diagnóstico de atresia de vías biliares, una malformación congénita que obstruye los conductos. Se le hizo una cirugía llamada Kasai, pero no funcionó”, detalló la doctora María Elena Daruich, jefa de gastroenterología del hospital.

La decisión y el trasplante

Ante la urgencia, la única esperanza era un trasplante. Guadalupe no lo dudó: “Fue bastante difícil y doloroso. Pero solo pensar que ella iba a estar bien me ayudaba a sobrellevarlo“, contó emocionada. Gonzalo, su papá, al principio dudó, pero finalmente apoyó la decisión por el amor a su hija.

El trasplante fue un desafío para el equipo médico liderado por el doctor Martín Maraschio. Intervinieron a una paciente tan pequeña, algo que no suele hacerse en el interior del país.

Apoyo y resultado

La campaña para conseguir sangre fue un éxito en redes sociales y lograron donantes en tiempo récord. Este lunes, Guadalupe recibió el alta. Victoria sigue internada, pero mejora cada día.

Cuando llegué y me dijeron que necesitaba dadores, que necesitaba un trasplante, le saqué una foto a un mural que dice ‘cada trasplante es una segunda oportunidad’. Lo subí a Instagram para que la gente piense en los niños que esperan un trasplante”, relató Guadalupe muy movilizada.

Fuente: El Doce (link).