Juan Pablo Quinteros, ministro de Seguridad, aclaró este viernes que el escándalo que involucra al jefe de la Caminera, detenido junto a otros comisarios y abogados, no está vinculado a las multas de tránsito ni a la función policial, sino a “delitos en su vida privada”. El fiscal Guillermo González ratificó que la investigación es por acceso y uso de información privilegiada para estafas.

Tranquilidad y responsabilidad

Durante una conferencia de prensa realizada en la Jefatura de Policía de Córdoba, Quinteros remarcó: “No tiene absolutamente nada que ver con su función en el ejercicio de su cargo. Hay que llevar a la ciudadanía a que tengan la absoluta tranquilidad”. Además, aseguró que desde su gestión se lleva adelante “la mayor transformación histórica en la fuerza policial dotándola de absoluta transparencia”.

El accionar de la banda

El fiscal González detalló que la banda, compuesta por abogados y policías, utilizaba su posición para acceder a datos sensibles y cometer estafas. “Tienen que ver con el acceso a información privilegiada. No tiene que ver el tema de las multas, ni con la función que desempeñaban en cada oficina a su cargo. Utilizando esa información han estafado a mucha gente”, explicó.

Sobre el principal implicado, Maximiliano Ochoa Roldán, González lo definió como “el jefe máximo” y detalló: “Todo el tiempo cobraban a través de civiles, ejercían la abogacía al mismo tiempo que cumplían funciones en la Policía y percibían honorarios por una importante cantidad de dinero”.

Postura oficial

Quinteros lamentó la situación: “Me siento defraudado en mi confianza por haber creído en personas”. También justificó el nombramiento del ahora detenido: “La foja de servicios de estas personas es intachable, ni siquiera tienen denuncias laborales dentro de su función de policías”. Y completó: “Nuestros policías son profesionales”.

Fuente: El Doce (link).