Nora Leguizamón rompió el silencio una semana después de la masacre de Villa Crespo, donde su hermana Laura asesinó a su esposo y a sus dos hijos adolescentes antes de quitarse la vida, el pasado 21 de mayo en el departamento familiar. Todas las miradas apuntan a problemas de salud mental que atravesaba Laura, según relató su hermana.
“Jamás imaginé que esto podía pasar”, se sinceró Nora sobre el hecho que conmocionó al país. Recordó a Laura como “una persona hermosa, feliz, buena madre y amiga” y admitió: “Esto me partió al medio”.
Primeros síntomas y un dolor que no se apaga
Según contó Nora, los primeros episodios de inestabilidad empezaron hace un año: “Empezó a tener pensamientos sin sentido, como que podía ir presa o quedarse sin trabajo”. Los médicos sospechaban que era estrés pero Nora lamentó: “Estaba enferma, claramente. Pero era muy difícil que lo aceptara”.
Conmovida, Nora reflexionó: “Me gustaría que esto sirva para que nadie más llegue a un lugar así. Yo tampoco vi la magnitud de lo que pasaba. Y eso me duele todos los días”. Cerró con una frase que resume el dolor de toda la familia: “Uno piensa qué no pudimos ver, cómo no acompañamos más. Esto rompió todo, desintegró una familia hermosa”.
Fuente: El Doce (link).