Martín Cáceres, el joven de veinticuatro años agredido a la salida de un boliche en el Chateau, continúa internado en estado delicado a más de cien días del ataque. Su familia, desgastada y angustiada, narra cómo es acompañar su ardua recuperación en Córdoba.
La lucha diaria de Martín y su familia
El 16 de marzo, la vida de los Cáceres cambió por completo cuando Martín fue violentamente golpeado al salir de un local bailable. Desde entonces, enfrenta graves secuelas físicas. Su hermano Nicolás contó: “Mi hermano no tiene parte del cráneo del lado derecho, bajó veinte kilos, tiene una traqueotomía, tiene un botón gástrico y está cuadripléjico”.
La situación se complicó en los últimos días. “Martín tiene una distensión en el abdomen, el jueves lo trasladaron a otra clínica. El sábado no podía respirar, lo asistieron más de diez médicos para después pasarlo a terapia intensiva”, detalló Nicolás.
Un pedido desesperado
El joven remarcó el esfuerzo y el cansancio constante de la familia: “Es muy difícil porque no tenemos noción de los días, es muy duro para nosotros como familia. No entiendo a dónde vamos con todo esto. Mi hermano sigue luchando, tiene un corazón para batallar. Todo depende de él, rezamos por él”.
Finalmente, Nicolás pidió que la Justicia tome conciencia de la situación: “Vengan y corran esa sábana para ver lo que vemos todos los días. No hay nada más duro que ver a mi familia así. No poder dormir, no saber si tu hermano respira o no. Hace más de cien días que estamos con esto”.
Fuente: El Doce (link).