En el barrio General Bustos, una empleada de un minishop vivió un intenso momento el domingo a las 20:50. Mientras atendía a un supuesto cliente, este intentó asaltarla con un arma blanca. Afortunadamente, la valiente reacción de la empleada, que lo enfrentó a sillazos, logró que el asaltante huyera sin lograr su objetivo.

El hombre había comprado una gaseosa y, tras pedir un sorbete, se coló detrás del mostrador intentando robar. La joven, en un acto de coraje, agarró una silla y la arrojó para defenderse. “El sujeto le dijo que no gritara pero ella lo primero que hizo fue gritar y salir corriendo para donde estaban los chicos de la playa”, explicó Vanesa Cressa, encargada del local.

A pesar de que el sujeto la amenazó con “algo punzante”, la empleada actuó rápidamente. “No es algo habitual que pase acá, hace bastante que estamos y es la primera vez”, comentó Cressa, señalando que, por suerte, no hubo heridos ya que el lugar estaba lleno de clientes.

Fuente: ElDoce.tv (link)