Laura Cansino, la mamá de Facundo Novillo, denunció que desde que asesinaron a su hijo hace dieciocho años en barrio Ciudad de mis Sueños, Córdoba, no tuvo paz. Tras el hallazgo del cadáver en el departamento donde Horacio Grasso, el ex policía condenado, cumplía prisión domiciliaria, volvió a hablar: “Vivo amenazada y con miedo”.
Amenazas y ataques después del crimen
En diálogo con medios locales, Laura contó: “Me quisieron robar varias veces a mi hijo del cementerio San Vicente, me amenazaban y lo tuve que cambiar al San Jerónimo”. Detalló que una vez encontró la tumba profanada, y sintió que el objetivo era silenciarla.
La situación se agravó cuando fue amenazada directamente: “Un hombre me dijo que si volvía al cementerio iba a caer muerta ahí frente a mi hijo”. Por eso, desde hace nueve años no visita la tumba de Facundito por miedo.
También sufrió agresiones en su casa, desde piedrazos hasta insultos. “Viví mucho tiempo con miedo, temores, disparos. No pude tener una vida libre, mientras el asesino sí la tenía”, reclamó.
Críticas a la Justicia y el pedido ante una posible libertad
Laura aseguró que fue el propio Facundo quien, en un sueño, le describió al asesino. “Fui a ver al fiscal y me mostró un dibujo. Era Grasso”, recordó emocionada.
Para la mamá, es incomprensible que Grasso haya estado en la calle sin controles. “Podría haberme cruzado con él, nadie me avisó que lo liberaron”. Y pidió: “No lo suelten más, si lo hubiesen mantenido preso no hubiese pasado lo de ahora”.
El reclamo por una deuda y el dolor que sigue
Laura contó que tras la condena nunca cobró la indemnización que le correspondía en 2009, unos 170 mil pesos. Ahora volvió a reclamar por ese derecho.
“Desde el sábado no puedo dormir. Ver las noticias es volver a vivir todo de nuevo”, finalizó Cansino, pidiendo justicia y protección.
Fuente: El Doce (link).