Vladimir Putin intensificó los ataques contra civiles ucranianos en los últimos días y, además, reconoció oficialmente al gobierno de los talibanes en Afganistán. El presidente ruso sigue profundizando una política internacional marcada por la brutalidad y la falta de reparos humanitarios.

En las últimas horas, Kiev, Kharkiv y otros centros urbanos sufrieron bombardeos rusos con el claro objetivo de causar víctimas entre los civiles y destruir viviendas. El propio Donald Trump reconoció la crueldad de Putin: “Solo le importa seguir matando gente”.

Más guerra, menos límites

Rusia también incorporó soldados norcoreanos para combatir en Ucrania, mientras Kim Jong Un lloraba por los caídos en Kursk, pero continuó enviando tropas para el proyecto expansionista de Moscú.

Según el análisis, la cantidad de muertes civiles en Ucrania no es aún peor gracias a las alertas tempranas, refugios y sistemas antimisiles. Algo que no tienen los habitantes de Gaza, también víctimas de una guerra feroz.

El giro hacia Afganistán

La decisión de Putin de reconocer al gobierno talibán, luego de décadas de represión femenina y leyes extremistas, provocó críticas internacionales. Rusia es el primer país en legitimar a este régimen desde la caída del gobierno anterior. Se recuerda, además, que los talibanes fueron quienes combatieron e hicieron perder miles de soldados soviéticos tras la Revolución de Saur en 1978.

La nota también señala que tanto Donald Trump como Joe Biden tienen su cuota de responsabilidad por el estado actual de Afganistán, luego de negociar y ejecutar la retirada de tropas estadounidenses en 2021.

El reconocimiento ruso profundiza el aislamiento internacional y pone nuevamente en el centro la crítica a la gestión de Putin, tanto por su accionar bélico en Ucrania como por el apoyo a regímenes dictatoriales.

Fuente: El Doce (link).