La tensión entre Irán e Israel crece día a día desde que estalló el enfrentamiento directo, y la posibilidad de un desenlace cercano parece remota. Analistas temen que el avance de la guerra pueda desencadenar un “efecto Big Bang” en toda la región.

El ayatola Alí Jamenei, líder supremo iraní, difícilmente acepte una rendición incondicional como exige el estadounidense Donald Trump. Jamenei tiene casi noventa años y una historia marcada por la resistencia, desde la caída del Sha hasta su llegada al poder en 1989. Rendir a Irán ante Israel y Occidente es una escena que pocos consideran posible.

Irán todavía no muestra señales de ceder

Hasta ahora, Jamenei parece decidido a no elegir la derrota total. Según fuentes, Irán tendría aún cientos de misiles balísticos e hipersónicos, capaces de superar defensas como la famosa Cúpula de Hierro de Israel. Esto explica la ferocidad de los ataques recientes sobre Tel Aviv, inéditos en la historia israelí.

Mientras tanto, las opciones militares de Israel y EEUU dejarían abierta la posibilidad de algo más grave. Un ataque a instalaciones nucleares iraníes o un uso de armas nucleares por parte de Israel, si la presión aumenta, representaría algo no visto desde Hiroshima y Nagasaki. “Nadie sabe la gravedad del daño que un ataque nuclear… podría tener en la imagen de Israel y del judaísmo”, alerta el artículo.

Escalada regional y alianzas inesperadas

Expertos no descartan una reacción desde Pakistán, país musulmán con armas nucleares que prometió responder si Israel usa bombas atómicas contra Irán. Esto, a pesar de que ambas naciones tienen diferencias religiosas e históricas, los une una causa común: contener movimientos separatistas en la región de Baluchistán.

La complejidad aumenta con la intervención, aunque sea indirecta, de China y la India. China podría influir en Pakistán para bloquear a Occidente en la región, mientras que la India, aliada de Israel, podría verse arrastrada junto a su rival histórico, Pakistán. Una escalada entre potencias nucleares asiáticas sería devastadora.

Ante este panorama, todavía existe la remota posibilidad de una salida diplomática que implique que Irán renuncie a enriquecer uranio, pero sin aceptar las condiciones impuestas por Trump de rendición total.

Fuente: El Doce (link).