Las recientes elecciones en Polonia, Rumania y Portugal dejaron al descubierto profundas divisiones políticas en el continente europeo durante el fin de semana. Mientras crecen las tensiones entre posiciones pro-Rusia, pro-Trump y pro-Unión Europea, el futuro del bloque aparece más incierto.
De la Guerra Fría a las nuevas posturas
En tiempos de la Guerra Fría, Europa occidental se organizaba entre comunistas y pro-estadounidenses. Hoy, el mapa político se rearmó: ahora existen partidos pro-Rusia de Vladimir Putin—ubicados principalmente en la ultraderecha—, partidos pro-Trump y fuerzas pro-Unión Europea, que buscan fortalecer el bloque y tomar distancia de Moscú y Washington.
Resultados clave en Polonia, Rumania y Portugal
En Polonia, el liberal centrista Rafal Trzaskowski ganó por menos de dos puntos frente al conservador-nacionalista Karol Nawrocki. En Rumania, el europeísta Nicusor Dan venció por al menos siete puntos al ultraconservador George Simion en una elección marcada otra vez por denuncias de injerencia rusa y campañas de fake news desde Telegram.
En Portugal, la Alianza Democrática del primer ministro Luis Montenegro (centroderecha) triunfó en comicios anticipados, tras la caída de su gobierno por falta de mayoría. Sin embargo, aún podría necesitar el apoyo de la ultraderecha de Chega para gobernar, lo que refleja las alianzas inestables del momento.
Grietas en toda Europa (y más allá)
La División no es solo continental: en la propia Unión Europea hay gobiernos pro-rusos como Hungría, Eslovaquia y Serbia. Y en Estados Unidos, el Partido Demócrata apoya a Europa, mientras la mayoría trumpista del Partido Republicano sintoniza con Putin.
En Rusia, la grieta también existe entre quienes apoyan a Putin y sus opositores, muchos de los cuales están presos o perseguidos.
Fuente: El Doce (link).