Víctor Fratto, especialista en gestión ambiental, advirtió en Córdoba que el cambio climático está facilitando la expansión de especies invasoras como el jabalí y el ciervo axis, provocando daños al ecosistema y a la vida humana. El fenómeno preocupa a toda la región.

¿Qué son las especies invasoras y cómo llegan?

Fratto, director del Programa de Rescate de Fauna Nativa, explicó que las especies exóticas invasoras son animales, plantas o microorganismos que llegan de otras regiones y afectan la biodiversidad local y la vida cotidiana. Ejemplos claros en Argentina son el jabalí y el ciervo axis. “Las especies invasoras tienen efectos no solo sobre nuestra biodiversidad, sino también sobre la vida humana”, destacó.

El traslado de estas especies suele ocurrir en distintos pasos: llegan en vehículos, muchas mueren en el viaje, pero algunas sobreviven y, si encuentran condiciones favorables, se reproducen y expanden su zona. A veces, quedan restringidas por barreras naturales o climáticas.

El impacto del cambio climático

Según Fratto, el cambio climático rompe las barreras y favorece a especies no nativas. “Cuando un organismo está estresado, tiene menos posibilidades de competir con una especie invasora. Se hace débil”, explicó. Además, el clima actual ayuda a que especies que antes no prosperaban ahora sí puedan avanzar y convertirse en nuevas amenazas.

El caso del jabalí y el ciervo axis

En Córdoba, el jabalí europeo está fuera de control, al punto que se calcula una población de entre uno y tres millones. Su caza está autorizada y Fratto aclaró: “No hay otra posibilidad que cazarlo, porque genera daños a la biodiversidad, al ser humano y hace desastres en los cultivos”. También recomendó que la caza sea planificada y controlada por el Estado, apuntando al ejemplo exitoso del Parque El Palmar, en Entre Ríos.

El daño es tal que en Córdoba hasta existe un mapa para regular dónde se permite cazar.

Otras amenazas: tortugas y castores

El especialista recordó que la tortuga terrestre argentina es una de las especies nativas más amenazadas por el jabalí y el tráfico ilegal, con 75.000 tortugas traficadas al año. Además, el cambio climático pone en jaque su supervivencia, ya que la temperatura define el sexo de sus crías y afecta sus refugios.

En Tierra del Fuego, el castor canadiense ya destruyó 55 mil hectáreas de bosque, alterando el ecosistema y transformando zonas que antes absorbían carbono en emisoras de este.

¿Se pueden frenar las invasiones?

Para Fratto, la clave está en fortalecer las regulaciones, restaurar con especies nativas, mejorar el control de las fronteras y apostar a la educación y la sensibilización. “Las personas tienen que tomar conciencia de que, cuando se habilita la caza de especies como el ciervo axis, no se están matando ‘bambis’, sino que se está protegiendo la biodiversidad“, remarcó. Aunque es imposible erradicarlas, se pueden controlar con políticas de largo plazo.

Fuente: La Voz (link).